Sacristia
La sacristía data de 1622 y es de arquitectura manierista y diseñada por Pedro Tinoco. La Sacristía del Monasterio de Santa Cruz es posiblemente la más grande de Portugal. El enorme ventanal de la parte superior le confiere una extraordinaria luminosidad, así como las extraordinarias cajas octogonales que llenan el techo abovedado y el suelo de piedra en dos tonos.
Otros objetos importantes también forman parte de la rica colección, como el valioso Espejo con marco del siglo XVIII y las enormes imágenes de madera junto a la Cruz: Nuestra Señora y San Juan Evangelista, y en el lado opuesto, la de Santa Gúdula y Santa Gertrudis, todas del siglo XVIII.
Aquí podemos ver la arqueta de madera exótica procedente de Brasil y decorada con marfil, que data del siglo XVII, y también la sillón-armario (que servía para guardar los amitos), empotrada en la pared oriental, que lleva la emblemática Cruz sostenida por dos ángeles, y en la que aún se conservan algunas tablas de marfil que identifican los nombres de algunos de sus últimos usuarios Crúzios (nombre por el que se conocía a los frailes del monasterio).
En las paredes revestidas de azulejos del siglo XVII, encontramos pinturas sobre madera de principios del siglo XVI, concretamente "O Pentecostés" de Grão Vasco, "Ecce Homo" y "O Calvário", La Virgen" y las "Santas Mujeres" de Cristóvão de Figueiredo, dos de los mejores pintores del siglo XVI.
También es magnífico el "Descendimiento de la Cruz", un cuadro del siglo XVIII atribuido a André Gonçalves. También hay cuadros de García Fernandes.
También hay grandes esculturas de madera que datan del siglo XVII: la Crucifixión con Cristo, la Virgen y San Juan, y también Santa Gúdula y Santa Gertrudis, dos santas de la Orden de los Agustinos.
El lavabo abovedado se encuentra en el lado este de la sacristía y está cubierto de azulejos del siglo XVII.