Cuenta la historia que a finales del siglo XV se encontró aquí la imagen de la Virgen de Castañar, levantándose así una pequeña capilla en su honor. 

Construida en 1667, a más de 1000m de altitud, es considerada la plaza de Toros más antigua de España.  

Con el paso de los años, y con el propósito de construir un santuario de mayores dimensiones, comenzaron a realizar carreras de toros para obtener fondos para su construcción. Inicialmente, estas carreras se llevaban a cabo en una plaza improvisada, con un cercado de madera.  

La plaza fue sufriendo algunos cambios, hasta que alrededor de 1711 fue construida la plaza taurina que se mantuvo conservada hasta la actualidad, presentando una capacidad para unas 4200 personas. 

Ya en el siglo XIX fue construido el escenario presidencial y otros escenarios, las taquillas y a su vez los sanitarios.  

En el siglo XX, en 1962 es reinaugurado el espacio, después de extensas obras de restauración, donde se mantuvieron las gradas en piedra.